martes, 15 de noviembre de 2011

INCENDIOS

INCENDIOS
Ver nacer un clásico
Por TESPIS

Terminando de disfrutar “Incendios” y platicando con las esplendidas actrices Arcelia Ramírez y Carmen Beato, lance una pregunta al aire. ¿Que se hace después de hacer un clásico?. Los que hemos disfrutado de este trabajo fuera de lo común, sabemos ahora lo que se sintió asistir al estreno de “Romeo y Julieta”, o “La Vida es sueño”, “Casa de Muñecas”. Es rarisimo tener la posibilidad de ver un clásico nacer, esto es “Incendios”, y mas aun ver aparecer sobre la escena un papel llamado a estar entre los inmortales, Nawal, es sin ninguna duda una de las grandes heroínas del teatro. Nacida a finales de los noventas pero que se puede considerar mas bien como una criatura teatral del siglo XXI ya tiene un lugar con Rosaura, Julieta, Roxana, Medea, Electra.
Segunda parte de la Tetralogía “La Sangre de las Promesas”, puede ser la obra maestra del teatrista Wajdi Mouawad.
Si en Litoral el tema central es la figura del padre, en Incendios la figura que domina la obra en temática, acciones y atmósfera es la Madre, Nawal. Si Madre Coraje es la figura femenina de la mujer en un entorno de guerra tradicional, Nawal es la mujer en medio de una guerra que no entiende, donde los acontecimientos envuelven y destruyen a los civiles sin que se sepa bien por que o de parte de quien son los ataques. Nawal es la figura femenina del holocausto de las guerras de medio oriente. El holocausto civil árabe. Aunque, como todo crimen contra la humanidad, su circunstancia no se queda en la península arábiga y anexas sino que abarca a la humanidad entera.
Mouawad es un dramaturgo canadiense que, al regresar la poesía al teatro contemporáneo, inaugura una veta de dramaturgia de la vida real con enorme sentido poético y potencia dramática.
Mouawad supera con creces el realismo o el documentalismo tan en boga, lo mismo que a los experimentos abstrusos e incomprensibles. Hijo del teatro de fin de siglo XX crea junto a su compañía, primero con Litoral, una manera renovada de ver el hecho teatral.
Si en Litoral estaban las semillas y los frutos de algo realmente renovado, en Incendios, con mayor confianza dramatúrgica llega a niveles difícilmente igualables.
Incendios cuenta la historia de Nawal, mujer de origen árabe, que al morir solicita en su testamento a sus dos hijos gemelos, mujer y hombre, que la entierren de manera muy particular, y que hasta entregar a su padre y hermano, respectivamente, una carta, podrán poner sobre su tumba una piedra con su nombre grabado. Esta solicitud molesta a los hermanos, sobre todo al varón, un boxeador amateur mediocre y un poco menos a la hija una estudiante de doctorado en matemáticas. No sabían que su padre vive y que su hermano existía. A partir de aquí se desarrollaran las dos historias paralelas, la de la sufrida vida de Nawal, joven árabe que padece todos los horrores de la guerra y la investigación y búsqueda de los hermanos para localizar a su padre y hermano. Las dos historias corren lado a lado sin relacionarse hasta que inevitablemente convergerán en una peripecia trágica imposible de suponer y que hará que la vida de todos los personajes cambie. La Mujer que Canta, sobrenombre con el que se conocerá a Nawal durante la guerra, se convertirá después de la sorpresa trágica en un elemento de amor maternal increíble, sobre todo, por su capacidad de amar por encima de la razón.
Con una factura técnica irreprochable, Mouawad le da una nueva configuración a la tragedia. Eso es Incendios, en términos de genero, una tragedia y de sublimación, explicando, la tragedia de sublimación es aquella en la que la sorpresa trágica o peripecia, aunque afecta de manera terminal a una o un grupo de personas cuya vida no volverá a ser igual, pese a esto el final se transforma en una energía positiva como la de un incendio en el bosque precisamente, que aunque quema todo, fertiliza el suelo y hace germinar nuevas semillas. Una tragedia con un guiño a la esperanza o, en este caso, al perdón.
En términos de puesta en escena el trabajo de Hugo Arrevillaga es también una marca en el teatro mexicano. Se le puede clasificar como una puesta sobria, muy elegante, con publico en dos frentes. Lado a lado de una pasarela creada con elementos elaborados en madera burda, dos sillas cercanas una a cada extremo y algunas sillas entre la primera linea de espectadores donde están los actores todo el tiempo.
La puesta no tiene intermedio pero esta es una de esas muy raras obras en las que se aguanta las 2 horas y media que dura como agua. Ni se siente la longitud.
Una iluminación muy sobria y adecuada, que merced a efectos físicos puede crear ambientes distintos.
La escenografía obra de Auda Caraza y Atenea Chavez esta bien realizada y ofrece esa posibilidad de espacio concreto que mudara a diversas locaciones. Con una acertada selección de texturas y colores.
El vestuario sencillo pero muy adecuado de Mario Marín. En tonos tierra básicamente. Acompaña, evoca y subraya a cada personaje.
Es difícil lograr un éxito. Mas difícil encontrar un papel legendario que ademas de dar el casting ofrezca un reto enorme. Karina Gidi es Nawal y ha logrado al menos hasta el día de hoy su Personaje Maestro. Muy pocas veces se ve un trabajo actoral así. La caracterización no tiene otro calificativo mas que Perfecta. Es una obra actoral para ejemplo, para clase, para la memoria, para el disfrute, para todo. De una patada con este trabajo Karina Gidi entra al reducido circulo de las primeras actrices. Solo por ver su trabajo vale la pena ver Incendios. Una actuación memorable. El momento del monologo donde Nawal da el testimonio frente a su torturador es realmente de leyenda. Sin excesos melodramáticos, contenido, con una carga emotiva de bomba atómica. Ella recargada casi en una pared de madera, ligeramente inclinada, las manos a los lados. Las lagrimas escurren por su rostro, su voz es desoladora, conmovedora, profunda. Uno de esos momentos que contaremos en años a nuestros hijos.
Todo el elenco esta muy bien, aclaro, Concepción Márquez en una abuela mágica, Pedro Mira en un encantador abogado, Rebeca Trejo en una frágil hija, Javier Olivan muy bien como el bravo hijo Simón, Alejandra Cacho en su Sauda tierna, Guillermo Villegas en un francotirador cínico y sicótico, Jorge León en su amante. Todos destacadísimos y con un gran nivel actoral.
Incendios es una obra sin desperdicio. Sigo quejándome de lo reducido del aforo. La Tetralogía ha tenido bastante éxito, por lo que sugiero se les diera un espacio alterno que pudiera inaugurarse como foro para tener en temporada estos trabajos maravillosos. Para el año siguiente se anuncia el estreno de la cuarta parte “Cielo”, ¿que vendrá?. De momento disfrutar sin falta este monumento al buen hacer teatro y que nos indica para donde esta el caminito. Un verdadero triunfo, una maravilla, es obligatorio verla.

LA ORESTIADA

LA ORESTIADA
Esquilo Narco
Por TESPIS

Las re lecturas de los clásicos son por lo general enriquecedoras. Sobre todo si el clásico si “pasa” a través de las modificaciones y cambios propuestos.
Unir a Esquilo con el “Art Narcó” y hacerlo en el bello espacio de la Casa del Lago de manera itinerante, pues francamente suena muy apetitoso y lo es.
Para asistir a este montaje váyase abrigado y con zapatos cómodos, ir de tacones es suicidio señoras. Esta puesta que vimos en la muestra se queda hasta diciembre así que no se pierda la oportunidad viernes y sábados las 8 pm.
El ultimo montaje integral de la Orestiada estuvo bajo la batuta de José Sole que hizo una puesta histórica a la griega, con mascaras y todo durando 6 horas. Esta Orestiada dura apenas unos 100 minutos y se viene hasta el siglo XXI apoyando su diseño visual y conceptual en el “Art Narcó”, una de las subdivisiones del “Art Nacó”.
Primero hablemos de esto. Ni duda cabe de que las expresiones estéticas de muy dudoso gusto, como las patéticas fiestas de 15 años, o el llevar a los niños vestidos de inditos a la Villa, o a los perritos y mascotas vestidos para bendecirlos en la iglesia, son expresiones, la mayoría desafortunadas, del gusto o mas bien mal gusto mexicano, exaltado y ensoberbecido de ello. Ese seria el concepto de lo naco. Por cierto evolución del cursi de los 50's y demás. Que lo era, lo ostentaba, pero al menos guardaba cierta humildad reconociendo internamente que algo no estaba bien. No, lo naco es exultante y hasta agresivo en la justificación de su horridez. El “Art Narcó” viene de esto. La mayor parte de los mexicanos reconocemos a simple vista lo que es moda y usos narcos. Emanuel Morales el creador y director de esta puesta usa todo lo visible y lo no visible del “Art Narcó” para conceptuar este montaje de Esquilo.
El terreno de la casa del lago es utilizado en integridad (Nota: Demos gracias a que ya desalojaron a los invasores del foro externo que tenían este bello lugar hecho una desgracia) se usan los alrededores nunca pasamos al interior. Y ahí se emplearan todos los recursos en vestimenta, adornos, comportamiento del “Art Narcó”. Esta “estética” brutal y desagradable, por eso entrecomille la palabra, resulta ideal por las imágenes sangrientas que nos evocan sus usuarios y las costumbres de los mismos.
Todo empieza en la cola donde se forma el respetable. La acción se inicia cuando vemos erizarse el jardín de sicarios enmascarados vestidos como militares. Al lado de la fila, pasa en procesión la Santa Muerte vestida de rojo y dorado. Detrás vienen las putas del narco, coqueteando con el publico. Vemos un noticiero proyectado anunciando la derrota del Cártel de los Troyanos a manos de Agamenón jefe del cártel de los argivos. A partir de ahí caminamos a un reventon narco, con el coro transfigurado en banda norteña, hasta cantan los narco corridos de la Orestiada, que por cierto es muy chistoso escuchar a ese ritmo aquello de los argivos, Apolo y Atenea, Zeus, eridnias y demás.
El trabajo de adaptación y puesta es bastante adecuado, aunque se debe señalar que es mejor el inicio que el final, pese al detallazo de la escultura que se devela al final y que no describo para no matar el suspenso. La parte correspondiente a la tragedia Agamenon es la mejor lograda en el ambiente de la fiesta de narcos y la balaustrada del palacio de los argivos, todo esta redondo y bien planteado. Se reconoce Esquilo pero pasa muy bien al ambiente degradado de las mafias del narco. Mas aun, es tan fácilmente reconocible que cualquiera diría que estamos hablando de cualquier día.
Sin embargo la adaptación fue sucumbiendo a la grandeza de los versos de Esquilo y va siendo menos atrevida sobre todo en la tercera parte “Eumenides” donde pese a seguir el clima de la puesta, pierde el atrevimiento y el desparpajo de la primera parte.
Es en Coeforas, la parte segunda donde Orestes mata a su madre, que el texto comienza extraviar un poco lo atrevido de la primera parte y se va hacia lo griego. Para en Eumenides prácticamente hacer la obra de Esquilo con cambio de vestuario.
Pese a esto, no queremos decir que este ni lejanamente mal, pero si pudo haber estado un poco mejor.
Y dentro del mismo orden de ideas esta el problema del tono y el estilo. Es verdad que ya no tenemos costumbre de ver griegos y esto hace que el tono nos resulte ajeno a propios y extraños, lo mismo que el estilo. En términos de estilística actoral casi es desconocida la manera de hacer teatro greco latino. La actriz que estaba mas en tono era Arianne Pellicer en una convincente Clitemnestra y en varones el Orestes de Diego Cornejo, ambos los únicos con una voz lo suficientemente poderosa para hacer griegos, que no cualquiera puede.
Incluso en términos de comparación ambos mismos actores llevaban su cuerpo de manera correcta. Apuesto a su correcta intuición, los demás actores algunos dan muy bien el estilo pero no podemos abundar mas en su trabajo por lo breve de su intervención como al Agamenon de Mario de Jesús, con irreprochable presencia y fuerza escénica o la Casandra, que ignoro a quien vi con esta manía de tener dobletes, pero bravo a la actriz que vi fuera María del Carmen Félix o Grecia Rodríguez. El Egisto de Tenoch Huerta da muy bien el tono de líder narco usurpador aunque no me pareció suficientemente grande para la imagen griega. La Nodriza de Janet Ruiz y su Atenea, están correctas, débiles en voz ambos caracteres por momentos y es que sostener la discusión a la griega no es nada fácil. La Electra de Kristian Clausen esta bien por momentos aunque el tono se escapa al final de Coeforas. La idea del coro como grupo cantante es sencillamente genial y al corifeo cantante de Hernan Romo, bueno, mas que bravo.
No se vale dejar de apuntar todo esto pero insisto en que es una aventura interesante y muy divertida acudir a este montaje itinerante de La Orestiada. Recuerdo, lleve zapatos cómodos y a partir de la segunda parte uno debe cargar su sillita y llevarla al siguiente escenario, en total 4 áreas o sea son tres caminatas y cargadas de silla, nada difícil.
Con todo resulta vivificante volver a ver griegos en la escena mexicana. Bien por este esfuerzo y bravo a las instituciones participantes. De entrada resulta muy interesante y entretenido. Así que abríguese y venga a comprobar que Esquilo se lleva muy bien con el “Art Narcó”.

LITORAL

LITORAL
Hacia el re encuentro con la imagen paterna
Por TESPIS
Llega al fin a México, la primera parte de la Tetralogía “La Sangre de las Promesas” obra de, quizá, la voz dramatúrgica mas novedosa de lo que va del siglo XXI Wajdi Mouawad, dramaturgo quebequense a quien solo me atrevo a unir por tiempo de producción de sus trabajos, con Yazmina Reza la otra voz dramatúrgica mundial.
Leyendo el catalogo de la 6a Muestra donde se estrena en el Teatro Vizcainas, espacio que solo necesita dinero para convertirse en un foro útil, leo que en genero dice Teatro Contemporáneo, lo que no nos dice nada. Creo que debería seguirse un criterio uniforme para definir géneros, existen dos escuelas, la diderotiana que es base de la metodología gringa e inglesa y la mexicana, obra de Luisa Josefina Hernández. La primera habla al publico y en genero se podría poner algo que le indique mas al respetable de que va la obra y, por otro lado, la de Luisa Josefina es una taxonomía dramática para los profesionales , por ejemplo, no hay que saber demasiado para ver que LITORAL es una Tragicomedia perfectamente estructurada dentro de lo novedoso de su tratamiento y, de acuerdo a lo que se ha comentado, un texto fundamental para la dramaturgia del siglo XXI traducido y adaptado de manera realmente esplendida por Boris Schoeman y Cesar Jaime Rodríguez. Esta traducción y adaptación demuestra que tropicalizar no es destruir, solo ayuda a entender. Así, aunque se percibe que estamos en otro país y yendo a un país aun mas lejano, el correcto cambio en el uso del idioma nos permite estar cerca emocionalmente de los personajes y de la voz del autor que se mete entre los textos de sus caracteres para dar pinceladas de poesía que quedan para la memoria colectiva. Bravisimo traducción.
Es muy extraño eso de las modas teatrales, pero no es extraño que se haya puesto de moda el dramaturgo Wajdi Mouawad, se le ha montado en diversos países con gran éxito y es fácil ver por que. Litoral es la obra que inaugura una tetralogia que explora la gran temática de nuestro propio origen, nuestras raíces, y como estas nos definen como personas. Nosotros somos de alguna manera nuestro pasado y somos el resultado de lo que fueron nuestros padres. De sangre libanesa pero criado en Francia y Canadá, Wajdi Mouawad es un dramaturgo que realmente esta proponiendo una modificación de las formas y géneros teatrales. Busca una versión actual de la tragicomedia mas inclinada a la poesía. Mouawad renuncia al realismo tradicional. Crea en escena un autentico realismo mágico. Wilfrid el protagonista de Litoral es un joven que inicia su historia haciendo una solicitud a un juez invisible, a partir de ahí hacemos un viaje a su pasado inmediato, analepsis diríamos en castellano correcto y flash back en pocho cinematográfico, yendo y viniendo al presente. A Wilfrid se le ha muerto su padre de manera repentina, la culpa lo lleva no solo a recuperar el cadáver sino a crear la intención de enterrarlo en su natal Líbano, país del que huyeran su padre y madre cuando la guerra. La madre de Wilfrid muere al nacer el, y su padre huye, Wilfrid no lo ha vuelto a ver. Sin embargo en este texto, Mouawad hace que el cadáver del padre hable constantemente con el. Lo mismo que personajes que habitan la memoria y la imaginación del inquieto Wilfrid. Aparece la madre muerta, la familia materna, un caballero Medieval que lo auxilia imaginariamente y en la segunda mitad de la historia los habitantes de ese lejano país de medio oriente que a través de la guerra como se menciona, ha asesinado a una generación entera y roto las esperanzas de la actual, que hijos de la guerra, no saben como vivir en paz.
Mouawad crea una serie de personajes casi metáforas para el reencuentro de Wilfrid y su padre con la patria lejana y desértica, Una mujer que lanza mensajes en botellas y grita al vacío “El otro esta en el cruce de los caminos”, un asesino accidental que enciende una luz al escuchar el grito y lee los mensajes, un hombre que ríe a otra persona invisible que le responde igual, con risa en la noche. Otra persona mas que trae cargando un pan y una botella de agua y al encontrarse con ellos y compartirlos entiende el sentido que tenia el traer cargando esas cosas. Una mujer que escribe en enormes directorios los nombres de los muertos de la guerra para que no se olvide. Todos se conocerán en el viaje, primero de Wilfrid y luego de todos, para enterrar el cadáver del padre, primero de Wilfrid y luego imagen paterna para todos.
Como toda tragicomedia, existen episodios ligeros y con un humor muy fresco, así como escenas que agarran el corazón como los aterradores relatos de atrocidades en la guerra que han llevado a los personajes a su momento actual.
Mouawad demuestra que no hay formas caducas en dramaturgia y abarca desde el relato personal, hasta la interrelación de pasado y presente, imaginación y realidad. Lo mas tradicional hasta lo mas moderno en una sabia trama urdida de manera emotiva. Con esto quiero decir que Litoral es muy, pero muy divertida. Tiene momentos de comedia, alternados con secuencias serias, como en toda tragicomedia, verdaderamente notables. Y, ademas, se va directo a la percepción emocional del espectador. Aunque Mouawad tiene suficiente profundidad y pericia técnica para ser analizado en términos de discurso y cuestiones densas, también es un dramaturgo que esta volcado hacia el publico con una gran capacidad para urdir historias maravillosas e interesantes. Es un poeta del drama que vuelve a regalarle al publico frases para el recuerdo y escenas con una enorme cantidad de miga actoral, aquí si hay material para trabajar rico en términos de actuación.
Creo que esta es la mayor virtud del teatrista canadiense, su vocación de escribir para el publico, no para los críticos y estudiosos. Aunque los profesionales del medio ciertamente han y hemos quedado obnubilados ante la potencia creativa de este autor.
En términos de Puesta en Escena el trabajo de Hugo Arrevillaga merece una ovación. Hugo tiene entre manos un proyecto enorme al haberse convertido en el director de Muajdi Mouawad en México Esta dupla es una bendición y un riesgo, porque cuando logras un trabajo maestro poco queda por hacer.
Litoral es un trabajo de puesta en escena totalmente redondo. No hay de mas, no hay de menos. Tiene una propuesta estética coherente al texto. El casting esta muy bien seleccionado. El lenguaje de trazo y actuación nos llevan galopando en la historia y nos conmueven sin falsos recursos. Es ademas una puesta poco fotografiable. El hecho de estar en publico siempre superara cualquier grabación en cine o video, a menos que fuera otra gran dirección. Esto es una virtud. ¿Que vas a hacer después de un trabajo maestro Hugo?. Se anuncia para mediados del 2012 la cuarta y ultima obra de la tetralogia. ¿Que pasara después?
La única pega que le pongo a esta puesta es la obcecación por reducir los aforos, creando instalaciones sobre los escenarios de los teatros. Por lo que cada función es de unas 50 personas o poco mas. Las puestas entiendo que buscan un carácter intimista, pero están tan bien trazadas que podría verse con igual calidad desde un aforo mas amplio. Tal vez, tener algunos espectadores arriba del escenario, si la idea es aumentar la exigencia de nivel actoral, pero por ejemplo el Teatro Granero seria una opción esplendida para largas temporadas. Disminuir aforos de 300 y pico a poco mas de 50 se me antoja eso, un antojo sin sentido que limita al publico. Yo al menos querría repetir litoral. ¿Como hacerlo si el acceso es complicado por el numero?, ¿se trata de llevar publico al teatro, o solamente hacerlo un ritual elitista?. Ante la ausencia de espacios escénicos que sufre nuestra ciudad, este tipo de montajes podrían abrir espacios alternativos e instalarse en largas temporadas si no se desea aumentar el aforo por función. Y deja libres espacios para aforos mayores. Aquí la posición si difiere del discurso de puesta de Arrevillaga, porque estos trabajos son para hacer 1000 funciones de mínimo 300 personas viendo, otro camino se me antoja egoísta y hasta snob.
Ahora explicarla. Para Poner a Mouawad en escena Hugo decide armar teatrinos sobre los escenarios creando áreas intimas para que actores y espectadores estén en una atmósfera intimista y un espacio realmente mínimo, donde con recursos muy escuetos por decisión estética , seguiremos el recorrido por los espacios requeridos por la historia. Aquí el espacio se recrea empleando tarimas de bodega estibadas unas sobre otras para crear, desplazándolas y reacomodandolas todos los ambientes.
El vestuario es sencillo pero bien diseñado. En tonos arena y hueso la mayoría, de una, aunque parezca contradicción, extracotidiana cotidianidad. Ropa de todos los días diseñada de tal manera que teatraliza.
Es muy destacado el trabajo de Tapioca Inn, la compañía que es la base de este proyecto, pues sus niveles actorales son muy buenos y parejos, lo que no es, para nada, común.
Guillermo Villegas toma el rol central de Wilfrid y se luce. Sus tonos, presencia, facilidad y honestidad son mas que destacados. Toda una revelación digna de premio.
Lo mismo se puede decir de los demás, Adrián Vázquez y su camaleonico trabajo en al menos 8 roles. Tomas Rojas creando una imagen paterna sensible y entrañable. Pedro Mira en su caballero, divertido y conmovedor cuando hace falta. Miguel Romero también variando en papeles y creando en cada uno un carácter memorable. Las chicas de igual manera son tres jóvenes y esplendidas actrices. Alejandra Chacon sobre todo maravillosa en Julia la madre de Wilfrid y en Josephine, la enloquecida escribiente de directorios. Rebeca Trejo que se luce como Simone y Sonia Franco que a mi en su Massi daban ganas de comérsela.
Todos hacen un trabajo encomiable con el que uno se reconcilia sin duda con el arte actoral.
Litoral esta llamado sin duda a ser uno de los mejores, si no es que el mejor montaje del 2012. Si usted ama el teatro, corra a verlo. Si usted esta dudoso o esta enojado después de alguno de los timos escénicos de Ocesa, Si usted ha visto alguna de esas cosas experimentales que no entiende ni la madre de los creativos, corra a verlo para reconciliarse con el arte. Litoral es uno de esos montajes que quedaran sin duda para la historia.

El que Dijo si, El que dijo no

El Que Dijo Si, El Que Dijo No.
De nuevo Brecht es tan actual.
Por TESPIS

En el Teatro de la Ciudad se estreno en la 6a muestra de artes escenicas, esta nueva produccion de una de las clasicas de Berthold Brecht, fruto de una coproduccion entre el sistema de teatros del DF, la camara de la industria alemana y la compañia Teatro Sin Paredes.
Berthold Brecht es uno de los dramaturgos clasicos qe nos regalo el siglo XX, ademas de ser el creador de una teoria escenica y ademas conformar un genero teatral, el genero Didactico creado desde su teatro epico.
Aunque artista unido ideologicamente a la izquierda socialista, Brecht supo ser mas artista que politico y por eso su trabajo sigue siendo valido y no uno de esos eructos que surgieron de los artistas socialistas oficiales.
Su desarrollo como poeta y dramaturgo, su indudable sensibilidad para crear ficciones teatrales que conmovieran mas alla de su frontera y su tiempo lo ha hecho un clasico. Su arte escenico y dramaturgico representa no solo un tiempo historico social dejando constancia de el, sino que sus formas novedosas y contenidos, estan llamados a ser vigentes mucho mas alla de su epoca.
En Mexico, Brecht no es muy representado, su tecnico escenica y actoral se conoce y estudia poco. Solamente se exponen sus principios de el teatro como medio de educacion y concientizacion de las masas populares para elaborar verdaderos abortos escenicos con “mensaje” u obrillas con moralejas ridiculas. Brecht no es eso.
Brecht es Teatro Didactico, si, pero a traves de un didactica dramatica activa en escena, o sea, enseñar a traves de la presentacion de un conflicto vivo en escena, manejando una tautologia, tesis, antitesis y sintesis. Y Brecht lo invento y lo puso en practica, por eso es genio y clasico.
Ahora el genero didactico funciona para plantear grandes preguntas, las moralejas faciles se quedan para la tele.
Que agradable y que gusto ver esta nueva lectura de Brecht obra de David Psalmon y su gran equipo de actores.
Acorde a la anecdota ubicada en un oriente mitico, la produccion esta diseñada de manera minimalista con un estilo visual basado en la pureza de linea y color del arte pictorico asiatico. Una pantalla como fondo, nos ofrece un back colorido que va mutando de acuerdo a horas y lugares. Mas detalles sobrios que nos ofrecen los dos ambientes basicos, una casa y la cumbre de una cadena montañosa. Con un area luminosa para determinar el area del coro. Este adecuado y bello ambito escenico es obra de Aura Gomez.
Lo mismo puede decirse del vestuario oriental creado por Adriana Olivera. Bien resuelto y realizado que da imagen a los personajes y ofrece visualmente la categoria de los personajes. Inspirado en vestuario japones es realmente adecuado y atractivo.
Psalmon inicia supuesta con un prologo apocaliptico en Danza Butoh detras de una pantalla translucida donde se proyectan perturbadoras imagenes de la bomba atomica y nubes atormentadas. Un poco largo de acuerdo a mi apreciacion pero llevado dentro del estilo atormentado de la Danza Butoh.
La velocidad de la obra y los efectos de alejamiento, como el baile jubiloso para mudar la escena, hasta la confrontacion climatica con el publico asistente, nos permiten apreciar un montaje muy bien realizado dentro de los canones del teatro epico brechtiano, gran trabajo de David Psalmon.
La historia de “El que dijo si, El que dijo no” es sencilla. Una aldea sufre el ataque de una temible plaga viral. Un grupo de hombres saldra a buscar una cura posible en una aldea lejana detras de las peligrosas montañas. Un niño se ofrece a acompañarlos pues busca encontrar medicinas para su madre enferma. El virus es letal si no se consiguen medicinas y existe la esperanza de que se haya conseguido una cura en esa lejana aldea. El niño se ofrece a acompañarlos. Durante el viaje el niño enfermara del virus y se plantea la pregunta. ¿Que hacer?. Y el publico participara de la decision entablandose un debate y una votacion para decidir si se aplica o no la eutanasia. Que ha sido solicitada por el niño que quiere ser lanzado al acantiladao hacia el valle a ser unicamente abandonado a su suerte.
Brecht era un extraordinario poeta escenico y este musical. Si, un musical como los de Broadway pero en otro estilo. Lo demuestra con creces. La musica original de Kurt Weill ha sido reinterpretada en un trabajo notable por el musico Daniel Hidalgo. Esta es basicamente un coral grave que mantiene un leit motiv constante durante su ejecucion. Y si, aunque se sorprendan es un musical, esta clase de obras nos enseña que el genero del musical esmas grande e importante de lo que muchos pudieran suponer.
La compañia Teatro Sin Paredes, exhibe un muy buen nivel actoral y un buen desarrollo tecnico, confirmandose como uno de los grupos escenicos mas solidos de nuestro pais.
Esta obra que se estrena proximamente en un teatro del DF, es, sin duda, una de esas que debe anotarse y acudir sin falta. No es facil ver en escena montados de manera bella y correcta textos de Brecht. Asi que, hagame caso, lo va a pasar muy bien y podra expresar su sentir respecto a la eutanasia que es el gran tema del texto.
Me atrevo a decir queniños a partir de unos 8 años son perfectamente capaces de entenderlo, asi que es un montaje para toda la familia. Brecht tenia razon de que el teatro es un buen medio para despertar la conciencia del publico, no se pierda esta experiencia, por lo menos podra distinguir entre una obra que si lleva consigo un mensaje trascendente y las basuras que luego obligan a ver a los estudiantes de secundaria y prepa, hagale un bien a sus hijos llevandolos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

CELSO PIÑA INAUGURACION 6a Muestra de Artes Escenicas

Celso Piña
Inauguración de la 6a muestra de Artes Escénicas

Por TESPIS

Con un retraso insólitamente breve para estos eventos, apenas 10 minutos, se inauguro la 6a Muestra de Artes Escénicas de la ciudad de México. Tal vez el proyecto mas interesante y consolidado de la Secretaria de Cultura del DF. Claro, cuando intervino la Secretaria de Cultura, Elena Cepeda, no falto el reventador que gritara desde gayola, “Siempre haciendo Campaña”, a lo que la secretaria le respondió con soltura. “Claro, siempre haciendo campaña por la cultura”, en medio de los aplausos que recibieron su respuesta que ademas estaba apoyada en el hecho presente de inaugurar esta muestra.
Dejando afuera lo anecdótico comento que tiene un buen tiempo de que no veo prendido el plafon del Teatro Esperanza Iris, el ultimo chisme hace ya bastante tiempo es de que se había quemado la instalación, pues meses van y vienen y aquello no se corrige, esperamos que no se comience a deteriorar el segundo teatro mas antiguo y tal vez el mas bello del DF.
En fin. Lo tropical nunca ha sido mi genero. Todos lo conocemos pues estamos expuesto a el en cualquier medio de transporte publico, restaurancito, torteria etc. Pero a mi, no me va. Bueno, después de este enorme concierto con Celso Piña y su ronda Bogota, al menos su música ya entro a las preferidas.
Celso Piña, el rebelde del acordeón, se presenta llevando la música colombiana, cumbia específicamente, por una larga fila de países que han bailado sus ritmos, vale decirlo, irresistibles.
El escenario solamente a cámara negra, en el, distribuidos de manera equilibrada, los 7 miembros de la Ronda Bogota con jeans y camisas negras donde se lee grande al frente, Celso Piña, en blanco.
Comienza la música y dan la bienvenida a Celso Piña con su camisa Hawaiana en tonos azules y también jeans.
El Teatro tenia una muy buena entrada pero admito que me dio mucho gusto haber participado en esta lúdica desmitificación del espacio al transformarse el Esperanza Iris en el salón de baile mas grande de la ciudad .
Con el primer numero una parejita por ahí se paro y se fue a la orilla para menearse a gusto pero con penita; con la tercera rola, el mejor lugar en el teatro era pasillo. Toda la luneta estaba en pie, lo mismo que el mezanine y el primer piso y todos le entramos al zangoloteo.
El teatro se hizo un jubiloso salón de baile y cada rola era recibida con gritos y era cantada en varias ocasiones por el publico.
No conozco bien el repertorio de Celso Piña, pero su versión de Macondo me pareció gloriosa, lo mismo que la versión cumbia de “Comandante Che Guevara”, toco, claro, todos sus hits. El básico de un arpegio muy particular en acordeón que casi puedo asegurar todos conocemos, encendió aun mas al respetable. Lo mismo que una balada cumbia , muy buena letra por cierto, que el publico canto feliz.
Total, aquello parecía mas el Foro Sol que el Teatro de la Ciudad, aunque le trajo al clásico recinto, el ambiente de fiesta y gozo comunitario que debe tener toda sala de teatro.
En términos de show, Celso Piña sabe entretener a su publico. No habla mucho entre rolas, lo necesario para retomar el resuello, pero el y su cantante de apoyo, muy bueno también para animar, hacían comentarios breves, algunos chistosos, Celso con un gran desparpajo se dirige al publico. El espectáculo es especial, no es para verse, no hay mucho que ver. Celso durante el show se mueve para acá y para allá con su acordeón, al que maneja de manera impresionante, sacándole los matices que necesita y aprovechando las cualidades sonoras al máximo. Corretea haciéndole de avioncito con los brazos abiertos y baila de caderita haciendo que el publico se divierta y aúlle. Lo mas importante es su actitud ligera. No es un show para verse insisto, hay muy poco en ese sentido. No es tampoco para experimentarse como los del Buenavista Social Club, donde estas ahí por estar con las leyendas. El show de Celso es para bailarse. Así se expresa este tipo de show, bailalo y entablaras el dialogo con el artista. Celso y su grupo, muy experimentados en esto y se les nota, están ahí para hacernos bailar y lo consiguen.
De hecho todo el tempo del show me remitió directamente al ambiente de los “sonideros”, si, esos de barriada “La Changa “ y anexas. Porque en diversas ocasiones se dedicaron a mandar saludos desde el escenario y esa es una característica muy de esos bailes sonideros. Lo máximo es ser saludado por el artista o el DJ. Y el dialogo es informal, estamos acá para bailar, no para ver o analizar sesudamente. Celso Piña es un show muy divertido, pero no se quede sentado, levántese y muévase.
Destaco del show, las fusiones de cumbia con reggaeton, con hip hop y rap que hace Celso Piña, todo el tiempo checando el sonido y dando indicaciones, aclaro que el sonido estaba muy bien.
En un momento Celso invita a dos miembros del grupo de Hip Hop Poder del Barrio, directos de Iztapalapa y que son unos esplendidos raperos y ejecutantes de beat vox, a cantar una cumbia con ele improvisar raps, los chicos lo hicieron y muy bien. Este grupo de nueve jóvenes, aunque ahora solo subieron dos, han sido un real hallazgo artístico del sistema cultural de FAROS del DF , ¡World! Que buenos son. Numerazo que prendió y aplaudió el publico.
De remate Celso invito a una bailarina que también se subió de espontanea y a mover cadera en medio de aplausos. Creo que muy pocas veces he experimentado un ambiente tan de fiesta. Pienso que esa es la mejor definición del show, un ambiente de pachanga neta. Solo nos faltaba un “drink” en la mano.
Por lo que, si algún día ve usted anunciado a Celso Piña y quiere echarse un buen rato de baile con buena música, córrale y a mover calcetín. Lleve zapatos cómodos y olvídese de la pose. Muy, muy divertido y recomendable.