sábado, 19 de septiembre de 2009

La Lengua de los Muertos

La Lengua de los muertos.


Por:

Tespis.

En el pequeño teatro El Milagro, David Olguin, estrena esta pieza muy ad-hoc con nuestros centenarios en horarios normales de jueves a domingo.

El teatro sobre temas históricos nacionales había estado huérfano de textos mucho tiempo hasta las dos piezas de Flavio Gonzalez Mello; “Lascurain” y “1822”, curiosamente ambas de gran éxito el cual deseamos se haga extensivo a esta nueva propuesta que abre de nuevo la visión dramatúrgica sobre nuestra historia.

La Lengua de los muertos, versa sobre la noche en que fue asesinado brutalmente Belisario Dominguez, es el enfrentamiento entre el ex - secretario de gobernación de Victoriano Huerta, el original “medico asesino” Dr. Aureliano Urrutia y el icono de la retorica política. De la leyenda oficialista de la mutilación de lengua que, se dijo durante años, sufrió Belisario Dominguez a manos de el mejor medico cirujano de su tiempo. Con la participación entusiasta y siniestra de un policía de la “reservada” de Huerta, lease un judicial de hoy. Es la revisión del mito que llego al exceso de plantear que a Dominguez le cortaron una mano y fue capaz de arrojársela a la cara al perverso galeno, o de que le cortaron un índice con el que había señalado a Huerta con su celebre “Yo acuso”.

Pero esta obra es mucho mas que una crónica histórica, es una reflexión sobre la corrupción que nace del poder total y de la imposibilidad de ser ético siendo político. Pero no asustarse, la obra es muy divertida, muy entretenida y emocionante. Claro que el tema y la situación son duros y son expuestos de manera dura pero Olguin logra una obra casi thriller por su capacidad de seducción escénica.

La dirección del mismo dramaturgo es sobria y efectiva, logra dar el tono exacto a su tragedia manteniendo a los actores en un diapasón emotivo alto e intenso con logrados rompimientos que sirven de estimulos para no dejarnos escapar de la tensión. Todo esto en un espacio escénico muy minimalista pero profundamente estético de Gabriel Pascal que además hace una de sus acostumbradas iluminaciones esplendidas, subrayadas por una muy buena proyección de video y un diseño de audio destacados obra de Rodrigo Espinoza.

Bravo para un gran elenco. Rodolfo Guerrero crea un Dr. Urrutia esplendido, poderoso y desaforado, un gran villano escénico como se ven muy pocos y menos aun como , protagonistas. Un trabajo digno de premio. Lo mismo puede decirse del logradísimo Belisario Dominguez de Humberto Solorzano que sobrepasa las dificultades que trae siempre el representar a un personaje histórico en otro trabajo también digno de premio. Entre ambos logran un duelo actoral de esos que da gusto contemplar.

Al lado de ellos el intencionalmente farsico “Matarratas” de Gerardo Taracena, cuya farsa solo exalta lo perverso del personaje, en un trabajo que desespera por lo que nos recuerda de nuestras policías actuales. Felicidades.

Es impactante la actualidad de esta obra que nos hace pensar en política por medio de un muy buen texto perfectamente estructurado. Recibimos una gran cantidad de información histórica, de reflexión ética, de pensamiento político sin sufrir nunca de didactismo. Pienso que la mejor virtud de La Lengua de los muertos como obra teatral es que toma muy en cuenta el aspecto de diversión que debe tener el teatro. Si, una tragedia, aun tocando un tema morboso como la tortura, además de divertir debe capturar la atención del publico y aquí se logran ambas cosas, incluso sin intermedio , el tiempo se pasa volando.

La lengua de los muertos es un espectáculo que debe verse, no solo por su evidente actualidad conmemorativa, sino porque es acudir a gozar de una puesta muy bien lograda en todos los aspectos y de unas actuaciones intensas como ya se disfrutan pocas.

No se quede con las ganas de acudir, vaya a verla a este amable espacio escénico. Vale mucho la pena y tendrá usted mas de un buen tema para discutir. No falte.

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